En estos días se me vinieron a la cabeza tres cosas que hace muchos pero muchos años no hago. Eran esos mínimos placeres que de niña me hacían sentir un disfrute casi irrepetible.
1- Llenar un balde completo de bombitas de agua de todos los colores posibles.
2- Acariciar la blandura del brazo arrugado y flácido de mi abuela.
3- Cantar o hablar de frente al ventilador hasta sentir mi voz metálica y distorsionada.
Aunque un tanto adulta a la 1 y a la 3 hoy podría volver a hacerlas, pero la 2 se me complicaría repetirla. Así de nostálgica la tarde de hoy: ¿qué cosas de la infancia quisieran volver a hacer?
jugar en mi barrio a la escondida, duraban horas, éramos muchísimos y el juego se terminaba cuando caía la noche y teníamos que volver a casa y nunca había un ganador.
ResponderEliminarotra es desayunar con la mini tortita que nos hacía mi abuela a mi hermano y a mi los domingos. esa tampoco se puede repetir.
¿Una mini tortita? Pero que cosa más linda.
ResponderEliminaruna tarde que mi abuelo me seco el pelo con toda delicadeza.
ResponderEliminarEl verano en Mardel con mis primos y sus amigos, llegar a lo de la abuela los domingos a comer por horas, los campamentos del cole!
Mary Pops.
Yo tambien hacia eso con el brazo de mi abuela, bombon!!!!!!!
ResponderEliminarCuado hay un ventilador cerca me pongo a hablar. Nunca me molesta que me tilden de infantil.
Extraño las tardes que pasaba con mis dos abuelas y mis padres salían... las muy vivas se compraban sandwiches, masitas, cerveza y yo jugaba al té con las muñecas... y me daban cerveza para que creyera que era té!
ResponderEliminarY extraño hablar con mi papá, discutir, pelear, abrazarlo, hablar con él por teléfono... extraño que venga a mi cama a ver si su bebé duerme...
Feo no poder volver a atrás
Jugar con mi casita de muñecas destartalada..
ResponderEliminarVolver a cargar a mi hermanito y abrazarlo contra mi pecho... ahora es de masido mayor para hacerlo..
Volver a la casita de la playa...
tantas cosas..
abrazos..
Que divertido es tu blog, te sigo
ResponderEliminarsaltar y hacerme ilusion que puedo volar
ResponderEliminarlas fogatas de San Pedro y San Pablo
Jugar a las cartas bajo la parra con mi abuelo Avelino
Leer libros de aventuras a la luz de la lámpara de kerosene en la quinta de mis abuelos
ser infinito en el tiempo en el espacio infinito de mi barrio en infinitos veranos
Jugar a las luchitas con mi hermano al futbol a estrellar autitos contra la pared.
ResponderEliminarA mi abuela le levanto la piel de los dedos que le queda oarada y cuando era chica le movialos brazos y le tocaba la papada es que era diviertido!
Ri y Voodoochica, parece que los tres optábamos por la misma tortura cariñosa con nuestras abuelas.
ResponderEliminarExtraño estar todo diciembre al pedo, mirando dibujitos
ResponderEliminarRecordar mi primera sensación de libertad cuando me dejaron por primera vez dar una vuelta a manzana en la bici.
ResponderEliminarNo tuve infancia. No sabría que decir...
ResponderEliminarGracias por tu visita a mi blog. Nos seguimos leyendo.
Las guerras de bombitas de agua eran espectaculares, creo que lo seguirían siendo, el problema es que no sé porque no las hacemos.
ResponderEliminarBeso!
Comer aflechillo en la casa de mi amiga silvia, la que tenía chanchitos de la india.
ResponderEliminarMojar el pancito en la salsa de mi tía Marta, un pedazo de sol sin rayos (algún día escribiré algo de ella).
Andar en los patines de rulemanes naranjas por las calles de saavedra.
Comer en la heladería de García del Río y Melián que ya no existe y que el heladero me diga "carolina" porque creía que, era un bello nombre para una nena como yo (la belleza que él veía jamás la pude ver, una pena...)
Gracias por el viaje a mis ocho.
Yo si fuera niña otra vez, me lanazaría a los brazos de mi papá para que me suba en sus hombros y desde ahí sentirme impotente y la niña más feliz de la tierra.
ResponderEliminarcreo q tb jugaría con mucho barro.. y sentir las manos deliciosamente embarradas... o jugar con la cola fría y esperar a que se seque para sacarme los cueritos de los dedos.
=)
Escaparme de mi cuarto a la siesta, cuando todos dormían. Ring raje. Tomar juguitos congelados. Uff tantos recuerdos... :)
ResponderEliminarjugar con barro, seguir cortando el pasto de los vecinos por 50centavos, con la pequeña carretilla de mi hermano, hacerle bromas a mi abuelo, pellizcarle los cachetotes y decirle " gordo despertate".... uf, apurense a inventar la maquina del tiempo :(
ResponderEliminarandar en bici por todos lados sin miedo a que me atropellen, jugar al carnaval, imaginar mundos y armarlos con todos los juguetes que teniamos con mis hermanos, hacer casitas entre las sabanas, decirle a mi hna " puedo pasarme a tu cama porque tengo miedo" cada vez que llueve..... no quiero recordar mas todo lo que tengo ganas de vovler a hacer!!!!!
ResponderEliminarPatines naranjas, barro, luchitas, autitos, pan mojado en la salsa -en mi casa le decian pan tochado- y tantas cosas me trajeron de la infancia! Gracias a todos por pasar, leer y engancharse a recordar y escribir.
ResponderEliminarExplosion de comentarios en lo de Bombon Asesino.
ResponderEliminarRi, no se si da para una explosión pero me las traigo, ultimamente. Y por cierto estoy muy a gusto con quienes me leen. Gracias por pasar aunque aún estoy en deuda con usted, quiero un público cautivo y enseguida salgo con la segunda entrega de amores frustrados.
ResponderEliminarQuemar hormigas con plastico derretido.
ResponderEliminarAtar pollitos BB en los rieles de la via.
Clavar sapos en la puerta de la iglesia.
Meter al gato en el inodoro y tirar la cadena.
Poner pimienta en los supositorios.
Mear contra el viento tratando de llenar un vaso.
Prender fuego a los nidos de las calandrias.
Sacarle los pichones a los teros y cagarlos a pedradas.
Tirarle piedras en el techo de los vecino a la hora de la siesta
Desinflar las bicis en el colegio.
Escupir la comida que llevabn los chicos al colegio.
Sacar lo rollos de las camaras para que se velaran.
Atar por la cola al perro (Sultan) con el moro (gato) con una soga de 3 metros y soltarlos en la baldio de enfrente.
Antonio
Pd: Capturar abejas, sacarles los agijones y ponerlos cuidadosamente en los picaportes.
Los pichones de garriones pasarle miel (para que no pudieran aletear) y tirarlos en el homigueros de las coloradas!
Antonio, tenés una lista de maldades terribles! No te privaste de nada de niño. Yo lo máximo que hacía era lucha de langostas hasta que se arrancaban la cabeza, algo que no me explico como me animaba a hacer.
ResponderEliminarjugar tardes enteras inventandome mundos fantasticos, disfrazarme con la ropa de mi mama.. correr para ordenar todo antes de que se levante de la siesta, una leche chocolatada bien fria y faltar al colegio para acompañar a mi papa al trabajo.. snif!
ResponderEliminarJugar a las escondidas, definitivamente.
ResponderEliminarHacer salvajadas con total impunidad. Arrojarme a un río sin medir las consecuencias, subirme a una antena de TV, arrojar sifones desde el balcón, formar un ejército de niñitos más pequeños y entrenarlos en el secreto arte de embocar piedritas en el acoplado de los camiones que pasan por la ruta, trepar en lo más alto de un árbol.
La sensación de monigote, de estar hecho de plastilina.
Y sin embargo una buena sensación, algo familiar, remitente a mi infancia: Junín, el único atisbo de libertad gratis que experimenté en mi vida.
Monigote, como sin dientes, o no, mis dientes en realidad pesados, firmes. El peso de mi cuerpo en el centro de mi cabeza.
Floto y soy pesado.
Un monigote que aún no ha sido moldeado. No demasiado.
¿sabes? yo nunca perdí el mío. besos
ResponderEliminarOjalá que siempre guardemos ese niño-niña que jamás ha sido moldeado. Cuesta pero vale la pena retenerlo hasta el final y cada tanto darle un espacio para que disfrute.
ResponderEliminarGracias a todos por animarse a sacarlo acá.
solo querría hacer una de nuevo...revivirla
ResponderEliminarLa 1! La 1 te la voy a copiar en febrero! Me encantó.
ResponderEliminarAdemás extraño andar a caballo en el campo y dormir la siesta.